Te Eché De Mi Barca

5.1.12


Yo remaba.
Y un día te vi de pie en la orilla.
Me sonreíste. Dijiste: "Ven".
Y yo remé hacia ti.
Cuando ya me acercaba a tu orilla
hiciste que el viento soplara en contra mía
y mi nave volvió atrás.
Pero no dejaste de sonreír.
Y yo creía que me llamabas.
Así que remé con más ímpetu hacia ti,
llegué a duras penas a tus pies,
y me sentí dichoso cuando subiste a mi lado.

Remé mar adentro
con intención de llevarte a mi isla,
te pedí que tomaras el remo,
que remaras conmigo,
pero te limitaste a reír.
Entonces tomé ambos remos y remé sin pausa,
feliz de tenerte conmigo.

Sobre el inmenso mar azul
quiste tocarte la mano y la retiraste.
Quise besarte y volviste el rostro.
Entonces miraste a la orilla
y dijiste: "Devuélveme a tierra".
Te rogué que no te fueras,
"Quédate", te dije.
Y respondiste: "Me espera alguien".
Y yo me llené de lágrimas.
Te odié y juré que no volverías con él.
Loco de despecho te arrojé al agua.
Y tú te aferraste al borde de mi nave
sin dejar de reír.
Tu risa me llenó de rabia,
aplasté tus dedos buscando que te soltaras.
Reíste otra vez.
Logré por fin obligarte a soltar el borde,
pero te aferraste esta vez de la soga.
Te forcé a soltarla
y, mientras te hundías en la profundidad,
tu risa me hacía llorar de rabia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario