Cómo Ser Grande A Pesar De Ser Pobre

El título de este post, si lo notan, encierra un contrasentido.

Por la sencilla razón de que no se puede ser "Grande" y "Pobre" a la vez.

Una persona "Grande" de por sí ya deja de ser "Pobre".

De modo que alguien que es grande sólo puede ser rico. ¿Se entiende?

Yo era de los que pensaban que había que "nacer" siendo alguien. Creía que los grandes habían nacido grandes; los mediocres, mediocres; los pobres, pobres; los inteligentes, inteligentes; los estúpidos, estúpidos. Y así, hasta el infinito.

Tardé mucho en descubrir la verdad. La verdad de que no se nace siendo quien se es. Sino que, al principio, nos van moldeando, nos van haciendo.

¿Quiénes?

Pues todo lo que nos rodea. Nuestros padres, los compañeros de la escuela, los vecinos, la televisión, etcétera. Y también nosotros mismos nos hacemos a nosotros mismos. En suma, la realidad. Todo nos influye.

Pero es en el hogar principalmente. Tus padres te meten "cosas" a la cabeza. Te dicen frases como:

• Dios nos hizo así, pobres.
• Los pobres son mejores que los ricos.
• Sólo los ricos entrarán al reino de los cielos.

Y fíjense que muchas de estas ideas tienen connotación religiosa.

¿Entonces son ellos, nuestros padres, los culpables de que seamos como somos?

No. También ellos lo aprendieron de sus padres . Y éstos de los suyos.

No se trata aquí de buscar culpables. En todo caso, si existe un culpable de nuestra actual situación, ese culpable eres tú mismo. Sí. Sé que cuesta aceptarlo.

Somos culpables cuando nos decimos:

• No, esto no va a funcionar, mejor dejo de ser un iluso y me resigno a mi suerte.
• Siempre fui un estúpido. Nunca pude hacer tal o cual cosa.
• No soy bueno para esto. Yo no nací con esta habilidad.
• No soy ambicioso.
• No soy tan inteligente. 
• No depende de mí, depende de Dios, de mis padres, del gobierno, de mi esposa, de mis hijos, del tarot, del horóscopo, del destino, de los hados, de mi estrella, del clima, de los tiempos, etc, etc.

¿Te das cuenta?

Ahora, ¿qué debes hacer para convertirte en una persona grande?

No pretendo darte aquí una fórmula infalible. Ser grande tampoco es sencillo. Si así fuera no habría pobres ni mediocres. El cambio es lento, pero seguro. Primero, debes comprender que has de repetir, todos los días, ciertos hábitos.

Todos los días.

¿Por qué? Porque nuestro cerebro es como un músculo. Y es el que controla toda nuestra vida, nuestras ideas, nuestros impulsos, etc. Entonces, si practicas un hábito todos los días, este hábito se perfeccionará. ¿Me lo crees? El ser humano tiene la ventaja de mejorar casi automáticamente cuando realiza una actividad a diario. Piensa en una persona que quiere aprender a conducir un auto. Al principio no sabe nada, luego aprende un poco. Primero conduce con temor. Después, con el tiempo, va ganando confianza y destreza. Cuando han transcurrido muchos años, puede conducir casi sin pensar. Casi sin pensar.

Ahora imagínate a ti mismo realizando ciertas actividades (casi sin pensar) que te llevarán al éxito.

¿Qué actividades debes repetir a diario?

1.- Aprender. Tu campo. No importa cuánto sepas ya, todavía falta mucho por aprender. 

2.- Ambición sana. El deseo por conseguir algo, la ambición, es lo que te impulsará a aprender. 

3.- Deseo de superación. Todos queremos ser mejores. 

4.- Concentrarte en tu meta. Quizá debí haber puesto esto en el encabezamiento de la lista. Pero tiene sentido que esté aquí. Sin el aprendizaje, de nada te servirá una meta. Y viceversa. 

5.- Disciplina. Es el compromiso de hacer lo que te haz propuesto a pesar de todo.

Sí, sé lo que piensas. Ya has puesto en práctica todo esto y aún no has visto resultados. En ese caso te falta aplicar el punto:

6.- Paciencia.

Un ejemplo de la aplicación de estos seis puntos es Mario Vargas Llosa. Él aprendió desde pequeño. Ojo: no nació siendo escritor. Tuvo una sana ambición y una meta: la de llegar a ser un escritor extraordinario. Tuvo la disciplina. Escribía seis días a la semana, sin fallar, no importándole que fuera domingo, feriado, año nuevo o su cumpleaños. Primero, lo primero. Y tuvo una larga paciencia. Tardó casi una vida (casi 60 años o más) en alcanzar el Premio Nobel.

Si eres de los conformistas, te estarás diciendo: "¡Tanto tiempo! No, en ese caso mejor no hago nada".

El problema es que el tiempo es un cruel enemigo. De todos modos llegarás a la edad de 40, 60, 80 años.  De todos modos. Piénsalo. Te hago una pregunta. ¿Qué prefieres? ¿Sacrificarte un poco hoy y disfrutar de una larga vejez rodeado de comodidades o "disfrutar" el hoy y llegar a viejo sin un centavo en el bolsillo? 

Recuerda. El tiempo no perdona.

Yo hice un cambio en mi vida, un cambio casi radical. Dejé los vicios, dejé de perder el tiempo. Y me aboqué a mi pasión. Cada mañana, al despertar, lo primero que hago es pensar en mi pasión y practicarla. Y procuro seguir los seis pasos aquí expuestos. Al principio fue duro, pero con el tiempo se me hizo más fácil, como el conductor que maneja casi sin pensar.

Me gustaría saber si tienes una receta o una idea que te haya ayudado a superarte. Si la tienes, compártela en los comentarios.