Para ser mejor escritor duerma bien, coma bien y trabaje bien

12.1.12

Los escritores solemos engañarnos a la hora de aquilatar nuestras capacidades. Creemos que la escritura es  un actividad 100% intelectual.

Esto no es cierto. Yo diría que que nuestro trabajo es en realidad 80% manual y 20% intelectual. Por tanto debemos dedicar tiempo y atención a ese 80 por ciento para ser más productivos.

Algunos escritores renombrados han comprendido esto muy bien.

Mario Vargas Llosa dice que para ser buen escritor hay que "dormir bien, comer bien y trabajar bien". 

¡Qué formidable!


Hasta hace algunos años yo creía que el escritor debía matarse trabajando, escribir sin parar hasta el agotamiento, sin reparar en la parte física de su organismo. Esto es peligroso. Lo real es que debemos hacer un alto periódico en nuestra jornada, descansar bien, alimentarnos bien y trabajar inteligentemente.

Dormir bien

Cuando comprendí esto me volví mejor escritor.

Me explico. Durante un tiempo dormía un promedio de cinco horas. El resultado fue que durante mi proceso de escritura me la pasaba bostezando y tenía dificultades para concentrarme en mi historia. Ahora duermo entre siete y ocho horas. Algunos dirán que esto es demasiado. Yo afirmo que dormir bien es una buena inversión. La inmovilidad, el pasarse horas y horas sentado frente a la pantalla, suele producir somnolencia, sobre todo cuando se tiene el estómago lleno. El buen descanso nos permite mantenernos lúcidos a la hora de escribir, lo que redunda en mejores ideas.

Ahora bien, una vez que has decidido dedicarle más horas al sueño, asegúrate de que nada la interrumpa. No bebas agua antes de irte a la cama. No dejes el despertador encendido sabiendo que no le harás caso. No te levantes para ver qué están pasando en la tele. No hagas el amor sólo porque te entraron ganas. Si vas a dormir, duerme bien. 

Y lo más importante, tómate un día de descanso por semana. En este día practica algún deporte, sal a comer fuera de casa con tu familia, visita a tus amigos y, si te es posible, échate un viaje. Verás que vuelves a tu trabajo con las baterías recargadas.

Comer bien

Cuando Vargas Llosa habla de comer bien, no está diciendo que debemos comer en cantidad. Esto sería desastroso para el escritor. El estómago lleno produce sueño. Y el sueño no te deja escribir. Lo que Vargas Llosa está diciendo es que debemos comer adecuadamente, es decir, ingerir alimentos que te proporcionen energía, lucidez, fortaleza, para que puedas escribir mejor. 

Pero ¿qué alimentos son estos? Yo tengo una lista pegada en la pared de mi habitación. De este modo, cada vez que voy a preparar mis alimentos o voy a asistir a algún restaurante, lo tengo muy en cuenta a la hora de elegir lo que voy a comer. Mi lista dice: espárragos, berros, calabaza, berenjena, quinua, espinacas, maca, fruta, pescado, menestras, agua. También tengo una lista corta de lo que no debo ingerir: azúcares refinados, café, té, cigarrillos, alcohol, carbohidratos, ajíes, frituras, golosinas, comida chatarra.

Otra cosa: recomiendo no beber líquidos tres horas antes de irte a la cama. De este modo no tendrás que interrumpir tu sueño para ir al baño.

Trabajar bien

No significa trabajar como un burro. Signifca hacerlo de manera inteligente. Por ejemplo, si decides escribir durante dos horas cada mañana, pues dedícate a hacerlo sin distracciones. Imponte el objetivo de no despegar el trasero de esa silla hasta que no se haya cumplido ese lapso, pase lo que pase. Verás que terminas pronto y como consecuencia te sientes mejor. 

Pero si en lugar de escribir sales a tirar el bote de la basura, o das de comer al perro, o riegas tus jardines, o sales a comprar el pan, o haces una llamada a tu amante, comprobarás que el tiempo se esfuma y al final la frustración te consume. 

Como ves la escritura es un tema al que hay abordar desde todos los puntos de vista. Y recuerda, si no vas a consagrarte a ella en cuerpo y alma, te convendría más dedicarte a conducir taxis.

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