El párrafo siguiente (extraído de Una noche o una mañana cualquiera de Ray Bradbury) encierra algo que nos sucede a todos, y revela nuestra imperfección como seres humanos. No se trata de negarlo. Se trata de aceptarlo y aprender a vivir con ello.
"Todos somos tontos. Siempre. Aunque todos los días de un modo distinto. Pensamos: ya no soy un tonto. He aprendido la lección. Fui un tonto ayer, pero no esta mañana. Y al día siguiente descubrimos, sí, que también ayer éramos unos tontos. Sólo podemos progresar y desarrollarnos si admitimos que no somos perfectos y vivimos de acuerdo con esta verdad".
Una vez un hombre dijo: "No niegues tu mediocridad. Acéptala. Pues si la niegas insinuarás que eres perfecto, que no cometes errores. Pero si la aceptas, abrirás la puerta a la superación".
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