Éxito: ¿pasión o disciplina?

21.10.11

“Donde hay buena disciplina, hay orden y rara vez falta la buena fortuna.”

Nicolás Maquiavelo (1469-1527) Filósofo, político y escritor italiano.

Por Jero Sánchez.


En los últimos tiempos se habla mucho de lo importante que es tener pasión por lo que se hace. Muchos autores de productividad y coaching llegan al punto de animar a todos a cambiar de trabajo y tratar de ganarnos la vida haciendo lo que nos gusta. Esta máxima se está convirtiendo en una moda que en ocasiones está llevando a resultados que no son los esperados.

Hace un tiempo leía en un blog una interesante pregunta. Para alcanzar el éxito, ¿es más importante la pasión o la disciplina? Y la cuestión encendió en mi cerebro una luz en relación a este problema. Sin quitarle la importancia que tiene la pasión, ¿realmente es esa la clave del éxito? O dicho de otro modo, ¿se puede ser exitoso sólo con pasión, o hay otros factores más importantes?

Generalmente, cuando pensamos en nuestra pasión, visualizamos todos los aspectos positivos y agradables de la actividad que nos apasiona. Nos vienen a la cabeza otras personas exitosas que realizan esa actividad. Y si son personas conocidas públicamente, pensamos en sus éxitos, los premios que ganan, su vida social y el reconocimiento por parte de los demás. Raramente somos conscientes del esfuerzo que han llevado a cabo durante años hasta llegar ahí.

Cualquier que haya intentado aprender algo nuevo o apasionante se habrá dado cuenta de que, rápidamente, empiezan a aparecer dificultades: el aprendizaje es lento, hace falta pulir la técnica poco a poco, el reconocimiento no es inmediato, y mucho menos los ingresos de esa nueva actividad. Más pronto que tarde llega el desánimo, y la pasión empieza a languidecer. Casi siempre, la pasión termina extinguiéndose, y terminamos frustrados, pensando que no somos tan buenos como pensábamos.

¿Dónde está el fallo? Según mi propia experiencia, confiamos demasiado en la pasión, y no desarrollamos un hábito fundamental: la constancia. En mi caso particular, me encanta escribir y mantener este blog. Mi sueño sería poder ganarme la vida escribiendo, desarrollando mi labor profesional dentro del coaching personal, y quizá dando conferencias. Pero todo eso no es fácil. Sólo con pasión estoy seguro que nunca lo conseguiré. Tengo que tener la disciplina y constancia para escribir regularmente, publicar artículos todos los días, seguir aprendiendo, y construir una comunidad de lectores y expertos a los que les interesen estos temas.

Es más, tengo el convencimiento de que, no es la pasión, sino la disciplina del trabajo la que constituye el factor clave del éxito. La pasión no es más que un elemento motivador (muy fuerte), pero no es ni mucho menos el único. Alguien motivado por las futuras ganancias, una vida menos estresada o el reconocimiento público, puede ser muy exitoso sin sentir pasión por lo que hace. Pero nadie puede alcanzar el éxito sin disciplina.

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