Lo que significa escribir

30.4.14

Querido amigo, ¿por qué escribe la gente? ¿Qué les impulsa a manifestar sus ideas por escrito? Supongo que los escritores profesionales se ganan la vida con ello, pero hay otra gente que escribe solo por necesidad. La escritura es como un grito silencioso, y escribes para no ahogarte en tus pensamientos.


Otras veces es solo una forma de ordenar ideas poniendo negro sobre blanco. Tenemos la costumbre de asociar la escritura con la evidencia, y los hechos solo quedan verificados en la medida en que son escritos.

Yo te escribo, Gregorio, porque, si no te cuento mis cosas, parece que no las he vivido. Te las cuento sin pensármelo mucho. Y es que no pienso para escribir, sino, al contrario, escribo para pensar.

A veces me apabulla que alguien lea todo esto. Atreverse a escribir en público me parece cosa de vanidad, pero hace tiempo que he perdido el pudor y hasta la vergüenza. Debe ser por la edad, pero si estos dislates sirven para que alguien esboce una sonrisa, ya me daría más que por satisfecho.

Escribir es una forma de amar y, cuando llegas a cierta edad, además de resignarte a lo que eres y lo que tienes, solo te apetece querer y que te quieran. Nuestro amigo Carlos López cuenta chistes porque quiere vernos felices. No los cuenta para reírse él, sino para verte reír a ti. Eso le hace feliz, y por eso le queremos tanto.

El otro día me dijeron que tenía que ir al gimnasio para ponerme en forma, pero creo que ya no tenga edad para eso. La última vez que fui a un gimnasio se me ocurrió preguntarle al monitor por la máquina que me aconsejaba para ponerme cachas y sexy, y el muy puñetero me recomendó que pasara por la maquinita del cajero automático.

Escribir es como vivir dos veces: cuando lo vives y cuando lo cuentas. Pero es que leer también es una forma de vivir la vida de quien escribe. Vivir, por ejemplo, la vida de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán en el Macondo de García Márquez. Sus vivencias las hemos hecho nuestras de tal modo que ni nosotros ni el mundo seríamos iguales si no se hubiese publicado Cien años de soledad.

¿Sabías que cuando un escritor se muere, tanto si va al cielo como al infierno, le obligan a seguir escribiendo eternamente? Pues parece que sí. La única diferencia es que a los que van al cielo... se lo publican.

Que seas feliz y hasta el martes que viene.

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Vía | laprovincia.es

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