Cuándo y cómo escribo todo lo que escribo

3.7.14

Cuando algo te gusta lo haces de forma automática, cuando estás comprometido con algo no te cabe duda de que lo conseguirás. Ahora son las 6:55 de la mañana, jueves 12 de Junio, estoy escribiendo este post, saldrá publicado en unas horas, como siempre a las 11:00 am. En unos 30 minutos estaré desayunando y comenzando el día con algo de meditación, como de costumbre.


Hoy en un día de una semana bastante ajetreada, las 7 presentaciones de Coaching de Equipos y muchos proyectos con clientes hacen que en ocasiones tenga que escribir desde primera hora del día, no queda otra. Los días en esta época del año son largos, sin embargo son parte de las elecciones que uno hace.

No me cuesta hacerlo, no me cuesta despertarme temprano para escribir. Escribir, meditar, hacer deporte, cuidar mi dieta, son hábitos en definitiva, que si te comprometes con ellos un día los harás sin demasiado esfuerzo. Además todos ellos, me ayudan a cumplir mi misión personal y profesional.

¿Qué habitos tienes tú?
No tengo una hora fija para escribir, pero cada día laborable mi compromiso es escribir algo que te pueda ser útil a ti (y si no lo fuera no dudes en ponerlo en comentarios). Al principio de empezar con este blog me costaba más, pero con el tiempo me he dado cuenta de que sin lo conviertes en un hábito escribir en un blog es altamente recomendable, pones sobre el papel lo que sabes sobre algo, compartes con otras personas, aprendes…

No he hecho ningún curso de escritura creativa, pero sí que sigo algunos consejos como aquella frase de Picasso “Cuando llegue la inspiración que me pille trabajando”. Trabajo con la idea de que tenemos una mente tremendamente creativa, y tenemos que educarla a que nos de esta creatividad siempre que la necesitemos.

Una de las técnicas que utilizo para saber sobre qué escribir es tener una nota en el móvil con los próximos post que se me ocurren. Cada día se me ocurren un par de ellos al menos, ¡y sólo escribo uno!, por lo que mi balance siempre va a más, ahora deben de haber unos 70 post en mi lista por escribir. Hay que sistematizar la creatividad, si tienes una idea apúntala, no la dejes en tu memoria o igual que ha venido se puede ir.

Leonardo Da Vinci iba con una libreta a todas partes, haciéndose preguntas, escribiendo en ella sus reflexiones (aquí puedes leer más sobre sus costumbres).

Este año escribiré cuatro libros (formato pocketbook) que me ha pedido una de mis editoriales, traduzco al castellano “Everyone needs a mentor” de David Clutterbuck (casi 80.000 palabras) y escribiré 250 post en este blog. Todo ello suma más de 200.000 palabras de las que ya me siento orgulloso (y como sabes con todo ello ganaré cero euros, aquí lo explico). Pero aquí el tiempo juega a tu favor, ayer tuve el honor de firmar de nuevo un ejemplar de mi primer libro “El Jardinero en la empresa” para la responsable de comunicación de una empresa, esto me recuerda que aquel libro que escribí en el 2008 sigue aportando a otras personas. Saber que en cierta medida estás aportando algo es uno de los sentimientos más valiosos.

Ayer también, había una mujer bastante triste en el metro cuando volvía de Madrid a Valencia (la gente en los metros de las grandes ciudades suele estar muy seria), le sonreí y me devolvió la sonrisa. El viaje había merecido la pena, uno nunca sabe cuánto puede ayudar una sonrisa ni qué efectos puede tener, pero deberíamos de sonreirnos más, vivimos en un mundo demasiado serio.

En fin, comienzo el día y te deseo lo mejor. Son las 7:25 como no podía ser de otra manera.

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Vía | diariosigloxxi.com

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