Por qué sentarte a escribir puede resolver algunos de tus problemas

3.2.15

Los estudios sobre la escritura expresiva son concluyentes: plasmar las ideas sobre un papel guarda beneficios incontables para la salud


Ayuda e incrementa la memoria, controla los desórdenes de humor, alivia los síntomas de la depresión e incluso eleva los ánimos de los enfermos con cáncer. Escribir y dejar volar los dedos para contar nuestras propias historias no es solo cosa de periodistas a lo gonzo, literatos e intelectuales. Los diarios personales son algo más que dejar plasmado sobre el papel anécdotas y pensamientos que rondan la cabeza. Esa costumbre que a priori podría parecer algo propio de etapas como la adolescencia en realidad es una práctica que se enmarca dentro de la llamada escritura expresiva.

Altamente recomendada para todo tipo de edades, forma parte de la terapia con la que muchos expertos tratan a sus pacientes. ¿Por qué? Rosana Pereira, miembro del grupo de psicología positiva aplicada del Colegio de psicólogos de Madrid, explica que plasmar los pensamientos sobre un papel supone una forma de ordenarlos: “Se usa un procedimiento paso a paso que favorece el orden de las ideas y ayuda a tomar consciencia de lo que se está pensando en ese momento”. Vale, me apunto a probarlo, ¿cómo empiezo?

¿Dónde lo hago? ¿Una tablet o un cuaderno?

El formato es muy importante. Rescata los bolis porque resulta más efectivo escribir a mano sobre un cuaderno (nada de folios que se puedan perder) y aún más clave es evitar la autocensura: debe permitirse no poner pegas y que todo salga a la luz de forma natural.

¿Cuándo lo hago? ¿Mañana o noche?

La psicóloga sostiene que lo importante es elegir siempre el mismo momento del día y así crear una rutina que facilite el proceso creativo.

¿Tengo que contarlo todo?

Sí, lo positivo y lo jodido. Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte demostró que aquellas personas que habían escrito sobre una experiencia negativa notaban mejorías en su memoria mayores respecto aquellas que habían escrito sobre una experiencia positiva o un tema. Pereira se apoya precisamente en este enfoque a la hora de hablar sobre la evolución de un paciente: “para salir de una situación, funciona mejor escribir sobre malo que sobre lo bueno”.

¿Cómo me va a ayudar?

Los expertos aseguran que podrás superar miedos, fobias sociales o el pánico inicial frente a diágnosticos de enfermedades. El diario Health Psychology reseñó una investigación sobre los efectos de la escritura expresiva para pacientes con cáncer de mama: “cuando los participantes de la investigación escribieron sobre sus más profundos miedos y sobre los beneficios de un diagnóstico de cáncer de mama alcanzaron beneficios físicos y psicológicos a largo plazo” explicaba Qian Lu, responsable de la investigación.

Norah Barranco, socióloga de la Universidad de Granada, es un gran ejemplo de la escritura expresiva. Le amputaron una pierna y relató su propia experiencia en En busca de la sirenidad. Escribir le ayudó a sentirse mejor respecto al dolor de un miembro fantasma: “me ha permitido hacer tomas de conciencia sobre aspectos de mi vida” explica a S Moda. Sobre sus beneficios, es concluyente: “la creatividad y crear una historia es sanador, nos conecta con la vida, nos hace empatizar y desdramatizar situaciones”.

En esta misma línea se postula Rosana Pereira. Para la psicóloga, este tipo de escritura ayuda a “tomar consciencia del cambio que se ha producido y de la evolución” y contribuye a liderar mejor las emociones: “cuando uno sabe qué situaciones le hacen sentir de una manera determinada, tiene más predisposición para cambiar”.

¿Es realmente un camino hacia la felicidad?

Entre el vasto número de investigaciones sobre la escritura expresiva, el New York Times recogía hace unos días que ahora se está estudiando si el poder de escribir y reescribir una historia personal podría derivar en cambios de comportamiento y mejorar la felicidad.

El punto de partida es la creencia por parte de algunos investigadores de que la redacción y edición de nuestras propias historias nos ayuda a cambiar la percepción que tenemos sobre nosotros mismos e identificar los obstáculos que se interponen en el camino hacia una salud mejor. De hecho, en una investigación que se hizo con universitarios de primer año con malas notas, se demostró que aquellos a los que se había motivado para escribir sobre las dificultades de ser novatos, habían mejorado su nota media y tenían menos posibilidades de abandonar al año siguiente que los estudiantes que no habían recibido ninguna motivación.

¿Qué efectos notaré sobre mi persona?

Según Rosana Pereira, aumentarás la “sensación de control” y serás "capaz de detectar esas cosas que te hacen sentir mal. Empiezas a comprender lo que está pasando y eres responsable de las cosas que te ocurren”.

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Vía | http://smoda.elpais.com/

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