En 1956, el autor de El sonido y la furia dio una notable entrevista a The Paris Review.
¿Existe alguna fórmula que sea posible seguir para ser un buen novelista?
Noventa y nueve por ciento de talento… 99 por ciento de disciplina… 99 por ciento de trabajo. Nunca debe sentirse satisfecho con lo que hace. Nunca es tan bueno como puede serlo. Sueña y siempre apunta más alto de lo que sabes que puedes hacer. No te preocupes por ser mejor que tus contemporáneos o tus predecesores. Trata de ser mejor que tú mismo. El artista es una criatura impulsada por demonios. No sabe por qué lo eligen y suele estar demasiado ocupado para preguntárselo. Es completamente amoral en el sentido de que va a robar, tomar prestado, mendigar o despojar a cualquiera y a todo el mundo con tal de hacer su trabajo.
¿Quiere decir que un escritor debe ser completamente despiadado?
La única responsabilidad del escritor es con su obra. Si es bueno será completamente despiadado. Tiene un sueño. Le angustia tanto que debe librarse de él. Y no logrará la paz hasta entonces. Lo echa todo por la borda: el honor, el orgullo, la decencia, la seguridad, la felicidad, todo, con tal de escribir el libro. Si un artista tiene que robarle a su madre, no vacilará en hacerlo.
Entonces, la falta de seguridad, de felicidad, honor, ¿sería un factor importante en la creatividad del artista?
No. Sólo son importantes para que sienta paz y alegría, y el arte no tiene nada que ver con la paz y la alegría.
Así, ¿cuál sería el mejor ambiente para un escritor?
El arte tampoco tiene nada que ver con el ambiente; no le importa dónde está. Si Ud. se refiere a mí, el mejor trabajo que jamás me ofrecieron fue el de administrador de un burdel. En mi opinión, ese es el mejor ambiente en que un artista puede trabajar. Goza de una perfecta libertad económica, está libre del miedo y del hambre, dispone de un techo sobre su cabeza y no tiene nada que hacer excepto llevar unas pocas cuentas sencillas e ir a pagarle una vez al mes a la policía local. El lugar está tranquilo durante la mañana, que es el mejor momento del día para trabajar. Hay suficiente vida social por la noche, si le apetece participar, para que no se aburra; le da cierta posición social; no tiene nada que hacer porque la madame lleva los libros; toda la gente que vive en la casa son mujeres, y lo llamarían respetuosamente “señor”. Todos los contrabandistas del barrio lo llamarían “señor”. Y podría llamar a los policías por sus nombres.
Mi propia experiencia me ha enseñado que los instrumentos que necesito para mi oficio son papel, tabaco, comida y un poco de whisky.
¿Bourbon?
No, no soy tan maniático. Entre escocés y nada, me quedo con escocés.
Ud. mencionó la libertad económica. ¿La necesita el escritor?
No. El escritor no necesita libertad económica. Todo lo que necesita es un lápiz y un poco de papel. Nunca he visto ningún escrito bueno que proceda de haber aceptado dinero regalado. El buen escritor nunca recurre a una fundación. Está demasiado ocupado escribiendo algo. Si no es de primera, se engaña diciéndose que no tiene tiempo o libertad económica. El buen arte puede ser producido por ladrones, contrabandistas o cuatreros... Nada puede destruir al buen escritor. Lo único que puede alterar al buen escritor es la muerte. Los buenos no tienen tiempo para preocuparse por el éxito o por hacerse ricos...
¿Qué técnica utiliza para alcanzar su nivel?
Deje que el escritor se dedique a la cirugía o a la albañilería si lo que le interesa es la técnica. No existe una manera mecánica de escribir, no hay atajos. El escritor joven sería un estúpido si sigue una teoría. Enséñate a ti mismo por tus propios errores: la gente sólo aprende a partir de los errores. El buen artista cree que nadie es lo bastante bueno para darle consejos. Tiene una vanidad suprema. No importa lo mucho que admire al viejo escritor, quiere superarlo.
¿Cuánto de su experiencia personal hay en su escritura?
No sabría decirlo. Nunca lo he calculado. Porque no importa “cuánto”. Un escritor necesita tres cosas: experiencia, observación e imaginación, y dos de ellas -a veces incluso una- pueden suplir la falta de la otra. En mi caso, una historia suele comenzar con una sola idea, recuerdo o imagen mental. La escritura de una historia es simplemente cuestión de trabajar hacia ese momento, explicar por qué ocurrió o qué hizo que sucediera después. El escritor intenta crear personajes verosímiles en situaciones emotivas y verosímiles de la manera más emotiva de la que es capaz. Obviamente tiene que utilizar el entorno que conoce como una de sus herramientas.
Algunas personas dicen que no entienden lo que escribe, incluso después de leerlo dos o tres veces. ¿Qué les sugeriría?
Que lo leyeran cuatro veces.
Dijo que la experiencia, la observación y la imaginación son importantes para el escritor. ¿Incluiría la inspiración?
No sé nada sobre la inspiración, porque no sé qué es; he oído hablar de ella, pero no la he visto nunca.
Se dice que, como escritor, Ud. está obsesionado con la violencia.
Es como decir que el carpintero está obsesionado con su martillo. La violencia es simplemente una de las herramientas del carpintero. El escritor, al igual que el carpintero, no puede construir con una sola herramienta.
¿Qué opina de la función de los críticos?
El artista no tiene tiempo de escuchar a los críticos. Los que quieren ser escritores leen las críticas, los que quieren escribir no tienen tiempo para leerlas. El crítico también está tratando de decir: “Kilroy estuvo aquí”. Su función no está dirigida hacia el artista mismo. El artista está por encima del crítico, ya que el artista escribe algo que moverá al crítico. El crítico escribe algo que moverá a todo el mundo, menos al artista.
¿Nunca siente la necesidad de comentar su obra con nadie?
No, estoy demasiado ocupado escribiéndola.... No soy un hombre de letras, tan sólo un escritor. No siento placer de hablar de los problemas del oficio.
Por Jean Stein Vanden Heuvel/ The Paris Review
No hay comentarios:
Publicar un comentario